Cuando se pierde el respeto, se pierde la cordura

Julio Lumbreras/Pinto Información

Este pasado domingo, el Alcalde de Pinto Rafael Sánchez, denuncia a través de las redes sociales, que mientras presenciaba un partido de fútbol a beneficio de la AECC (Asociación Española Contra el Cancer) en la localidad, fue asediado, insultado e increpado reiteradamente por algunas personas asistentes al evento deportivo. Lo lamentable de esta situación y otras similares que han tomado como blanco a Sánchez, es la falta de respeto, con la arrogancia e impunidad del que sabe que el Alcalde al ser un personaje político y por ende un servidor público, no se va a defender con la contundencia que merecerían quizás estos energúmenos.

Vivimos en un estado de derecho, como insisten constantemente nuestros gobernantes nacionales, y en un estado de esas características, existen formas y procedimientos aceptados para que los ciudadanos expresen su disconformidad con el actuar de los políticos. El no utilizar estos recursos lícitos de manifestación y convertirse en un Holligan violento, agredir e insultar violenta y publicamente a otro ciudadano que está desempeñando una función pública para la que fue electo, nos pone en evidencia el estado a que hemos llegado como sociedad y pueblo.

Ya desde los incidentes provocados por los aficionados taurinos el pasado año durante un pleno municipal, vimos que el respeto y la cordura se han perdido completamente en Pinto. La tímida denuncia del Alcalde de nuestro municipio, nos averguenza como sociedad y como individuos, no tiene justificación, no se puede permitir.

Habría que hacer una reflexión sobre este tipo de incidentes, ¿Es así cómo queremos educar a nuestros hijos? ¿Es razonable dar un espectáculo tan vergonzoso en un evento deportivo y además “solidario”? ¿En que tipo de sociedad queremos vivir? Estas son algunas reflexiones que deberían de hacer los “impresentables” que realizan tales actos, pero no lo harán.

Lo triste verdaderamente, es que estas personas no sólo no respetan a los demás, sino que no se respetan a sí mismos, no respetan a sus hijos, no respetan a los hijos de los demás tampoco, que tuvieron que asistir a tan lamentable espectáculo ¿Qué esplicaciones les darán? ¿Soís un gran ejemplo a seguir? Seguramente “algunos medios de comunicación” darán importancia a la peineta que les dedicó el alcalde a los energúmenos, arderán las redes sociales por este asunto, pero pocos realmente utilizarán la cordura para describir lo acontecido en el mentado partido de fútbol.

Desde aquí un llamamiento a la cordura, si no podemos respetar a los que piensan distinto a nosotros, ya hemos perdido la batalla y nada podrá venir en justificación de este tipo de expresiones violentas.