Economía europea en “considerable riesgo”

Economía europea en “considerable riesgo”: lo peor no ha pasado

Por Moris Beracha
Pinto Información

Los riesgos para la economía europea siguen estando latentes, y más aún en las circunstancias actuales: la pandemia volvió a “descontrolarse” en la mayoría de los países de región, cuyas finanzas ya se encuentran muy debilitadas.

Al respecto, el Fondo Monetario Internacional, en su más reciente informe, señala que esta segunda ola de contagios supone para las naciones de la zona euro, un “considerable riesgo” en lo que respecta al comportamiento de sus economías, lo que obligará a adoptar nuevas medidas que catapulten la reactivación.

El documento destaca que es necesario que las políticas fiscales que cada gobierno ha diseñado para defenderse contra la pandemia se mantengan por un tiempo mayor al previsto inicialmente. Advierte que no debe retirarse este apoyo “demasiado pronto”, ya que se corre el riesgo de comprometer la recuperación. “Los nuevos estímulos deberían dar prioridad a los hogares más afectados por la crisis y las empresas que tengan más posibilidades de ser viables tras la pandemia».

Es posible que, de acuerdo con las proyecciones, se requiera el desembolso de una mayor cantidad de recursos, en caso de que la perspectiva económica empeore. Países con elevada deuda pública, como España e Italia, tan solo por citar a los más emblemáticos, pueden ser blanco de reacciones nada favorables por parte de los mercados.

El informe también señala que “a medida que se levantan las medidas de contención, habrá también necesidad para un mayor apoyo a la demanda agregada, en especial la inversión pública para facilitar las transformaciones digital y verde. Y a medida que la recuperación gana tracción, el foco debe cambiar gradualmente a facilitar la relocalización de capital y trabajo, impulsar el crecimiento inclusivo y reducir las deficiencias fiscales».

No obstante todo el apoyo y la disposición que ha mostrado el FMI en lo que respecta a aflojar las condiciones de la deuda en países con mayor vulnerabilidad económica, que se ha visto agravada por el paso de la pandemia, han reiterado que “las deudas no desaparecen”.

Esta afirmación es la respuesta a algunos comentarios que han surgido desde Italia, en los cuales se ha sugerido la posibilidad de condonación de la deuda contraída por los gobiernos para enfrentar la crisis sanitaria.

Reitero, el riesgo está aún latente. Lo peor no ha pasado. Y el coste económico sigue incrementándose. ¿Podrán entonces los países de la UE asumir los compromisos contraídos con organismos multilaterales, o podrán esas instituciones seguir desembolsando recursos para atender las necesidades de los gobiernos? La prudencia debe imponerse.