“Volt” por una campaña electoral justa
La formación paneuropea “Volt” pide una campaña electoral justa sin desinformación y sin apropiación de los símbolos
Entienden que se debe solucionar el problema de la inmigración con la creación de corredores humanitarios
Redacción/ Pinto Información/ Comunicado
La formación panaeuropea Volt rechaza cualquier tipo de acto que incite al odio con datos falsos y reclamamos que se celebre una campaña electoral justa y limpia, respetando las normas que dicta la Junta Electoral, entre las que se encuentran el no uso de símbolos nacionales para el beneficio propio.
El dato falso que se está propagando por los municipios de la Comunidad de Madrid hace referencia a los menores extranjeros no acompañados (MENA) con fin de crear miedo y odio entre la ciudadanía. No es cierto que reciban 4.700 € al mes.
Un menor de edad, dependiendo de la comunidad autónoma donde esté tutelado, puede recibir una ayuda para el ocio que rondaría los 10 euros. Por otra parte, las familias que tutelan o adoptan a estos menores pueden reciben algún tipo de prestación económica dependiendo del acogimiento del menor, ya sea por salud, si se encuentra en una familia numerosa o que adopta a varios de ellos o, también, por un acogimiento especializado; este tipo de casos no se otorgan al menor de edad.
Queremos recordar que los menores extranjeros no acompañados reciben estas cuantías de ocio y tiempo libre (10€/semana) en función de su edad y de su comportamiento y la finalidad que tiene este tipo de prestación semanal no es suplir la paga que una familia pueda dar a sus hijos e hijas.
Es evidente que no es forma de tratar correctamente un problema tan importante como es la inmigración, además, que esquiva tratar, con pensamiento crítico, las medidas que se tiene que tomar para regularizar la entrada de personas extracomunitarias. En este sentido, Volt sí trae una solución, y que la defendemos, que es la siguiente: crear un sistema de corredores humanitarios. Se trataría de establecer centros supervisados por organizaciones internacionales, incluida la UE, en las fronteras de los Estados vecinos que sean inestables o conflictivos, a fin de garantizar un viaje corto y seguro a las personas extranjeras que quieran emigrar.
Esta fórmula promovería el cese de la trata de personas y la muerte de personas que se producen en las largas travesías por el mar Mediterráneo.
Por otro lado, constituir una mayor interceptación de los flujos migratorios, permitiendo blindar seguridad, estabilidad y legalidad a un gran número de personas.
Estos centros se caracterizarían en, por un lado, gestionar de manera temporal los conflictos que puedan ver en las fronteras y, por otro, diseñar y determinar las acciones migratorias que realizarían los ciudadanos emigrantes. Desde Volt entienden que en estos centros se podrían expedir las peticiones de asilo.
Para Volt parece necesario que estos centros deben estar supervisados por organizaciones internacionales y no por el gobierno del país donde se encuentre. Esta preferencia a las organizaciones viene dictada por el deseo de evitar casos de explotación y represión de las libertades que se dan, por ejemplo, en los campamentos libios. El factor importante en la gestión de estos centros debe ser la atención prestada a posibles fenómenos de radicalización.