El Ramadán más que no beber y comer

El Ramadán es más que no beber y comer

Redacción/ Sur Media Madrid/ Mohamed Samadi El Imrani, Portavoz de la Comunidad Islámica El Hedaya Pinto

El Ramadán es el Noveno Mes del calendario lunar islámico en que fue revelado el Corán y puede durar entre 29 y 30 días. Ramadán se deriva de la palabra árabe “arramad”, referida al intenso calor y sequedad que dominaba la península arábiga entonces.
Este año 2023, el Ramadán empezó el pasado jueves 23 de marzo que corresponde al 1º de Ramadán de 1444 , y termina el 20 o 21 de abril. Es decir, el Ramadán dura un mes y empieza con la aparición de la luna a finales de Sha´ban el octavo mes en el calendario lunar musulmán, y finaliza nuevamente con la aparición de la luna. Entonces, se anuncia la Fiesta del Fin del Ayuno llamada “Eid Al Fitr”, que significa una festividad para retomar la rutina las tres comidas durante el día. En ella, se intercambian visitas entre familiares y amigos. Se obsequian con regalos a todos los menores, con especial detalle a aquellos que han podido ensayar el ayuno. En España, cerca de 1,9 millones de personas que profesan el Islam seguirán este mes el ayuno.

El ayuno durante el mes de Ramadán es una de las principales formas de culto islámico y uno de los cinco pilares de la religión. Los demás son:
– Shahadah (testimonio de fe).
– Salat (oración ritual).
– Zakat (limosna obligatoria religiosa a favor de los pobres).
– Hayy (la peregrinación a La Meca una vez en la vida si es posible).

Todos los días, durante los 29 o 30 días de todo el mes de Ramadán, los musulmanes en todo el mundo se abstienen de comer, beber, y otras necesidades físicas como relaciones sexuales, desde el amanecer hasta la puesta del sol, tal y como esta ordenado en el Corán.
Así que el ayuno es obligatorio para todos los creyentes en el Islam, y es considerado como un acto de fe y adoración a Dios. Algunas personas están exentas de hacer el ayuno de Ramadán. Los niños y niñas que aún no son adolescentes, las mujeres embarazadas, los ancianos enfermos y las madres lactantes, las mujeres durante los períodos de menstruación y todo aquél que estaría poniendo su salud en grave riesgo por el ayuno no están obligados a hacerlo durante este mes, pero sí que tienen que recuperar los días perdidos en un momento posterior. El ayuno se rompe justo tras la puesta del sol tomando generalmente dátiles y agua, zumos o sopas, comiendo de forma moderada y ligera.

De esta manera como musulmanes conseguimos acercarnos a Dios purificando nuestros cuerpos y recordando los afortunados que somos ayudando a los más necesitados. Durante este mes la gente es más generosa, más cordial, más amistosa y servicial que en otros momentos del año y hay que hacer las cosas bien que deben permanecer todo el año.

Pero Ramadán es mucho más que no comer y no beber. La palabra utilizada en el Corán para «ayuno» literalmente significa «abstenerse», y significa no sólo abstenerse de comer y beber, sino de las malas acciones, de malos pensamientos y de malas palabras. Por lo tanto, cada parte del cuerpo debe abstenerse. La lengua debe abstenerse de utilizar malas palabras, de hablar mal de los demás. Los ojos deben contenerse de mirar las cosas asociadas al vicio, La mano no debe actuar en actos ilícitos. Los oídos deben abstenerse de escuchar malos comentarios, o palabras obscenas. Los pies deben abstenerse de ir a lugares del pecado. De esta manera, cada parte del cuerpo observa el ayuno, y la abstención de todos los vicios y males cometidos consciente o inconscientemente.

Por lo tanto, el ayuno no es solamente físico, sino que es más bien el compromiso total de cuerpo y alma con el espíritu del ayuno de la persona. Aunque el ayuno es beneficioso para la salud, se considera principalmente como un método de auto purificación y de autocontrol sobre los distintos instintos del placer. Ayunar sirve de nutrición para el alma, y lo fortalece. El ayuno abre la puerta a la espiritualidad y da vitalidad a uno de los actos de culto y purifica el alma. Así que Ramadán es una oportunidad para limpiar el alma de impurezas y el cuerpo de toxinas, es un reenfoque de uno mismo en la adoración de Dios que produce una tranquilidad de mente y corazón.

El ayuno no es una práctica propia solo de los musulmanes, es común que recoge otras creencias y religiones monoteístas anteriores al Islam como el Cristianismo y el Judaísmo. Todas ellas comparten la gran raíz de valores universales como la hermandad entre los pueblos y la convivencia religiosa que, se deben cuidar en todo momento. El Ramadán, puede caer en cualquier estación, desde el verano al invierno. Este año, y al igual que el año anterior, coincide con la Semana Santa y la Pascua Judía: Cada festividad parte de un hecho histórico vinculado con su religión.

Es evidente el ayuno aporta muchos beneficios, entre ellos destacamos el plano espiritual como una reflexión interior y un esfuerzo en obrar de la mejor forma posible, no hacer daño a nadie, luchar contra uno mismo. En el plano social es sentir lo mal que es el hambre como llamamiento permanente de acordarse de aquellas personas que lo están pasando mal privados de los alimentos y demás necesidades. En el plano de la salud eliminar las toxinas e impurezas del cuerpo, considerado principalmente como un método de autopurificación, una dieta recomendada por muchos estudios de la medicina donde los aparatos digestivos e intestinales necesitan un descanso temporal.